La visitación

 

Camilo Valverde Mudarra

 

 

Luego que, con Gabriel habló, María 
corrió, a Judá, de prisa, para ver 
a Isabel, y, por ella, conocer
la noticia y brindarle simpatía.. 


Isabel proclamó con alegría:
¡Bendita tú eres entre la mujer, 
y bendito es el fruto que has de traer!
¡Feliz soy por tener tu compañía!

El niño ha dado saltos a tu voz.
¡Dichosa tú que has oído sin reserva
la palabra de parte del Señor!” 

El poder de Yahvé mi alma preserva 
y mi espíritu alaba a Nuestro Dios
que miró el ser humilde de su sierva.