¿Dónde vas, Madre?

 

Camilo Valverde Mudarra

 

 

¿Dónde estás, dónde vas, madre?
¿Por qué no te veo y me hablas?
Padre, ¿qué tienes, qué dices?
Hijo, madre ya descansa,
Vuela camino del cielo.
¡No, yo tengo que abrazarla!
No puede irse y dejarme
Tengo tantas cosas, tantas… 

y sin contener el llanto
el niño moría de espanto. 

¿Dónde estás, dónde vas, madre?
Sin tí, perdido, soy un paria.
Sin tí, ya no tengo norte.
Sin tí, pierdo vida y patria.
Se me oculta el sol y su luz.
Nulo, errante y sin coraza. 
Soy barco sin vela ni timón.
Yerto, quedo sin palabra. 

y sin contener el llanto
el niño solo moría de espanto. 

Busco tu regazo al sueño.
Busco tus ojos en mi mirada.
Busco tu cálido abrazo.
Busco tu voz cotidiana.
No vivo sin tu regazo.
Quiero olerte a la mañana.
Quiero el roce de tus besos.
No vivo sin ver tu cara. 

Y, sin contener el llanto,
solo moría de espanto. 

Preciso verte y que me veas.
Siento tu piel de manzana.
Necesito tu consejo.
Me cubro de tu esperanza.
Deseo tocarte y sentirte.
Preciso tu manos de nácar.
Deseo expresarte mis dudas.
Quiero verte en mi ventana. 

Dejadme llorar mis penas 
cargado de cadenas. 

Toma mi mano vacía 
Madre, duérmeme, cógeme.
No me veo, no me siento. 
Tenme en tu brazo y bésame.
Yo no vivo ya sin tí.
Ven y sin demora déjame 
tenerte un momento 
y sentir el aliento que sentía. 

Dejadme llorar a solas 
al arrullo de las olas. 

De pronto, oyó la voz que solía
“Abre tus ojos, mírame”.
Se calmó su sentimiento.
“Ven conmigo, sube aquí, 
toma el calor de mi abrazo”.
El niño musitó: “Llévame”.
La Virgen lo tomó y así 
fundidos, él se dormía 
y ella lo besaba y se reía.