Hoy se cumple la escritura

 

Emma-Margarita R.A. -Valdés

 

 

Jesús está en Nazaret
y los vecinos del pueblo
sienten gran curiosidad.
Han creado un gran revuelo
los milagros, las parábolas,
del llamado nazareno.

Es sábado, los judíos
lo celebran en el templo.
Está presente Jesús,
el hijo del carpintero,
el que expulsa a los demonios
y da salud al enfermo.

Tú, oculta entre las mujeres,
desde tu sitio discreto,
celebras la ceremonia
y alzas las preces al cielo;
conoces los comentarios
de escribas y fariseos.

Después de las oraciones
y la lectura del tiempo,
el hazan pide a Jesús
que lea el sagrado texto,
y Cristo, desenrollándolo,
lee el pasaje profético.

Prevé el Libro de Isaías
su unción para el Evangelio.
Él socorrerá a los pobres,
dará la vista a los ciegos,
liberará a los cautivos,
resucitará a los muertos.

Diversidad de opiniones
convulsionan los cimientos
de una tradición forjada
sobre ritos y preceptos.
Unos quieren sea rey,
otros su aniquilamiento.

Le piden que los milagros
los realice en su pueblo.
Él les recuerda que Elías
atendió a los extranjeros.
Dominados por la cólera
le arrojan fuera del templo.

Le conducen hasta el monte
y, llamándole blasfemo,
determinan despeñarle.
El Ungido cruza entre ellos
y se aleja, entristecido
por tantos sordos y ciegos.

Sobresaltada le esperas
implorando en tu aislamiento.
Piensas ¿será esto una espada?
¿Habrá acabado su tiempo?.
Y cuando le ves llegar
corres feliz a su encuentro.