Anunciación

 

Eulogio Díaz García

 

 

Como el mar cuando el agua es color cielo,
que azulea en ribera cercanía,
tan serena es la cara de María,
que parece una luna entre su velo.

¡Qué rostro tan hermoso y qué mañana,
qué susurro de Amor, al Dios presente,
qué canción, su mirada como ausente,
qué silencio, en palabras, Le desgrana!

Dios Te guarde, María, dice el Ángel,
son de Dios las palabras que Te digo,
sólo soy de Su Amor, sólo testigo,
es mi nombre Gabriel, y soy Su Arcángel.

Las Palabras de Dios son de misiva,
y serás Tú la Madre, si lo quieres,
del Mesías que esperas, si dijeres
Tú que sí, que de Dios eres cautiva.

Cautiva soy de Dios y es Él mi Esencia,
El Amor que enamora con acento,
digo que sí, seré Su alojamiento,
Esclava del Señor, en Su presencia.

Se hizo carne y el Verbo concebido,
ya es María la Aurora de la tierra,
la Estrella que, polar, todo lo encierra,
Dios Te salve, María, don florido.