María, Señora del silencio

 

Padre Ignacio Larrañaga

 

 

Madre del silencio y la humildad, 
tú vives perdida y encontrada 
en el mar sin fondo del Misterio del Señor. 
Eres disponibilidad y receptividad. 
Eres fecundidad y plenitud. 
Eres atención y solicitud por los hermanos. 
Estás vestida de fortaleza. 
 
En Ti resplandecen la madurez humana 
y la elegancia espiritual. 
Eres señora de Ti misma 
antes de ser señora nuestra. 
 
No existe dispersión en Ti. 
En un acto simple y total, 
tu alma, toda inmóvil, 
está paralizada e identificada con el Señor. 
Estás dentro de Dios y Dios dentro de Ti. 
El Misterio total te envuelve y te penetra, 
te posee, ocupa e integra todo tu ser. 
 
Parece que todo quedó paralizado en Ti, 
todo se identificó contigo: 
el tiempo, el espacio, la palabra, 
la música, el silencio, la mujer, Dios. 
Todo quedó asumido en Ti, y divinizado. 
 
Jamás se vio estampa humana 
de tanta dulzura, ni se volverá a ver en la tierra 
mujer tan inefablemente evocadora. 
 
Envuélvenos en el manto de tu silencio, 
y comunícanos la fortaleza de tu Fe, 
la altura de tu Esperanza, 
y la profundidad de tu Amor.