Levanta la mirada

 

Judith Bautista Fajardo

 

 

Viendo a su madre y junto a ella al discípulo a quien 

amaba, dice a su madre: ” Mujer, ahí tienes a tu hijo”. 
Luego dice al discípulo: “Ahí tienes a tu madre”.
Juan 19, 26

Anochece en tu vida 
este gris día,
tu corazón de madre el llanto oprime.
En tu alma adolorida encuentran eco 
las almas desgarradas 
de la historia. 

Levanta la mirada buena madre, 
sostén en tu dolor 
mil hijos nuevos
Por que tu solo tienes el coraje
de defender la vida en cada gesto. 

Levanta la mirada, nueva aurora,
da fuerza a las rodillas que se doblan;
y acuna en tu regazo, siempre abierto, 
la luz de la esperanza que aún retoña. 

Levanta la mirada
tu, mi hermano.
Mírala con ternura esta es tu madre:
en sus manos que acogen no hallas duda;
cada segundo vive para amarte 

Acógela en tu casa buen amigo,
aprende de ella su fuerza y su caricia,
su luchar sin reparos, su constancia,
presente en lo más duro del camino. 

Acógela en tu casa, te lo pido,
buen amigo.