Y la mies se desploma sin obreros

 

Luis Girol Martínez

 

 

Cuando el cangilón vierte sus días en mayo 
-el quinto de la noria de doce- 
venimos, Señora, hilando palabras, 
por los hermanos de América. 

¡Es tanta la mies que se grana 
y pocas las manos abiertas...! 

Y han salido ya falsos obreros 
que llenan de virus la herencia. 

Se dice que en los semilleros 
no abunda semilla de siembra. 

Se quejan de que hay pocos jóvenes 
que quieran ser "Cristo" en la tierra. 

Por eso, Señora, mira 
a la América que verdea. 

La América que gime y que llora 
pues faltan obreros a su tierra. 

Señora: que son hijas de España, 
que llevan sangre de ella; 
y en mi Patria ya florece la semilla 
plantada hace dos décadas. 

Señora: que en nuestra Patria 
ya el fruto nos dio la siembra. 

Que florezcan los almendros 
de vocaciones de América.