Madre de Dios y Madre nuestra

 

Manuel Doña 

 

 

Agoniza la semana 
y el aire se va nublando 
mientras Soledad se rompe 
en la cuesta del Calvario. 
Que se marcha Soledad 
desolada a su rincón 
donde el aire huele a rosa 
y ella pierde la razón. 
El Viernes... 
Al filo de medianoche 
con la ultima oración 
despide con un suspiro 
a su pueblo en procesión. 
Desolada de tristeza 
siente morir su interior 
con lagrimas en los ojos 
ocultando su dolor. 
Y en el nácar de la noches 
su candelería de ceras 
se consume de dolores 
y consolarla quisiera. 
En el luto de tu cara 
resbalan lagrimas frías 
y las flores de tu paso 
lloran contigo, María. 
Tienes boca de amapola 
tronco y cintura de seda 
y mi alma que te mira 
te dice que te camela.
Jazmín de la noche negra 
lamento de sufrimientos 
que tus dolores de muerte 
me roban hasta el aliento. 
Y tus manos de flamenca 
me huelen a yerbabuena 
a matalauva y caña 
a tomillo y alucema. 
Que yo contigo me iría 
al fin del mundo Señora 
amarrao a tus varales 
antes que llegue la aurora. 
¿ Con quién consuelas tus horas 
tan amargas, Soledad ?... 
¿ A quién cuentas la verdad 
de tus lagrimas, Señora, 
Si en tu dolor estás sola 
y sola en tu amor estás ? 
Calle Arcos, costaleros 
pisad en paso de amores; 
paso vivo, pies de flores 
y cuido para el sendero 
de esta Madre, Capataz. 
Que al son de campanilleros 
y al mecerla seas capaz
de llevarle, Soledad, 
la paz de este pueblo entero 
que quiere ser su consuelo 
cuando consuelo no tiene. 
Y quiere - Espera lo quiere­ 
ser lagrimal y pañuelo 
por recoger tanta pena 
que, en su soledad serena, 
reclama para su duelo. 
Y te quiere amar, María 
y gritarte: ¡ no estás sola ! 
que tu pueblo es hoy, Señora 
- por llevarte compañía - 
cirio en tu candelería 
y candelabro de cola; 
El amor se ha hecho varal 
y se ha dormido en el techo 
de tu palo y se ha hecho 
jarra para tu rosal, 
costalero y capataz. 
Y todo ello, María, 
por ser hoy la compañía 
de tu amor en Soledad. 

( Presentación Cartel Soledad )