Mujer

 

        María Velázquez Dorantes

 

Estrellas, sol y luna, camino desierto entre penumbras, mujer de día que amamanta con la leche del amor, a está creación que no sabe pedir perdón.  

Mujer de paz en la guerra, camino a casa en la soledad, mujer que no es de madera, sino de piedad.  

Mujer dolosa, que a Cristo vio nacer en un dulce atardecer y que supo de la resurrección antes del amanecer.  

Mujer de cristalina como el agua, perenne como la niebla, hojarasca  en la tiniebla, madre eterna.  

Mujer que caminos con alientos, para buscar a tus hijos sedientos, de esperanza y caridad, ofreciéndonos el amor de la fraternidad.  

Mujer de silencio, de escucha y compasión. Mujer que sufre por la guerra y nuestra autodestrucción.  

Mujer, madre y compañera eterna misionera de está tú tierra.