Milagro de la vida

 

        María Velázquez Dorantes

 

En tus manos María te has llevado la presencia de tú hijo Juan Pablo, el hermano, el amigo, el consuelo de la tierra de inicio donde Cristo tú Hijo nos ha manifestado en poder insondable la consolación por medio de su redención, de tú presencia infinita a través de un hombre que a diario parlaba contigo, pedía consejo infinito a la madre del creador para pedir perdón a nuestro Redentor. 

María, has guiado en medio de ese océano cubierto de niebla y hermosas flores al Papa hasta el camino del encuentro con Dios nuestro emisor. 

María, has visto nacer el milagro de la vida porque Juan Pablo no ha muerto sino que está presente en los destellos del cielo, adorándote a ti Madre Santa sólo que más de cerca. 

Milagro de vida eres tú María, nuestra insondable misionera que en las horas pasajeras has estado en vigilia. 

No es dolor, no es tristeza, es alegría al saber que tú hijo Juan Pablo está contigo en el universo de la verdad  y la castidad, en reino donde las injusticias no existen, en el cielo donde el Rey es Jesús, en el mundo mágico de Dios, donde la felicidad llama a los que han terminado de servir como lo hizo con Karol. 

María, milagro de vida que estás preocupada por la triste atenuadapara el nuevo siervo que verá a está tú humanidad entregada, a la misión de Dios en su morada. 

María, la mujer que no esta desatendida sino ocupada, por que sus hijos encuentren la llegada con Jesús, el milagro de la existencia humana, y la obediencia encarnada. 

María estas en los cielos gozando de tú hijo Juan Pablo, estas hablando con Jesús y te estas mostrando sierva dirigente para el hombre siguiente,

 que represente a nuestro Salvador.