Hoja seca

 

        María Velázquez Dorantes

 

Dolor, camino, desolación,

Gloria y amor fue la pasión de Cristo en la vida de María.  

Esta es la senda madre mía que fielmente recorriste, fue un camino triste pero de salvación.  

Nos levantaron tal cual hoja seca de otoño, con tus lágrimas madre humedeciste mis raíces, me enseñaste que el madero santo era mi nueva vida. Tal cual hoja seca, sacudiste mi mente y dispersaste mis dudas permitiéndome volverme a tú a tú hijo…  

La senda donde la Verónica obtuvo el rostro de Jesús, hoy es mi senda, la que me invita al silencio que tú María, madre del universo expresaste sin replica, sin queja…siete espadas atravesaron tú alma y confusa de dolor ante el madero santo fiel eres tú.  

Ese camino que le permitió a José de Cirene tomar la cruz de tú hijo, es el mismo camino al que debo abrazarme para encontrarme con tú manto azul en la gloria de Resurrección.  

Tal cual hoja seca, María me acogiste sin pena y negación, aceptaste ser madre de la infinita creación. Te abatimos con nuestro penar, pero tú alma santa nos ha devuelto el verde de la vida. Porque de frente al Gólgota madre mía, me adoptaste con composición  al ver a tú hijo entregándome a tú custodia y misión.  

Gracias Cristo, gracias Dios por dejarme a María como la madre que me guía como tal hoja seca que soy.