Señora

 

        María Velázquez Dorantes        

     

Señora de la tierra, del cielo y del mar llena mi alma para no sufrir con desconsuelos, llena mi corazón para amar intensamente a todos los que me rodean, llena mi espíritu para saber orar y pedir que no me dejes…  

Señora bonita, toma mis manos y muévelas sobre la arena de la vida para crecer dignamente en tú advocación y decirte con honor que te mereces: Madre a ti elevo mi oración.  

Señora del silencio que nada te turba pues tú esperanza y tú fe siguen al Cristo vivo, tú hijo crucificado y que en la gloria ha resucitado…  

Señora que cuando la desesperación me invada, tú aliento me consuele y me calme…Señora hermosa, hecha del algodón y nubes, blanca como la espuma del mar, lléname de gozo.  

Señora que no tenga miedo, que los soldados de la guerra invisible no me turben, que mis sueños se coloquen alrededor de la constelación de estrellas que te rodean.  

Señora, llámame y dirige mi construcción, esa construcción que me invita al quehacer del amor, el respeto y la reflexión por Cristo y por ti Señora madre mía.  

Señora que la experiencia de la vida no me derribe, que tú mano me levante y que yo sea constante al momento de hablarte…que te escriba hoy y siempre para grabarte como cristal cortado en mi mente…amén.