Dale calor al Niño

 

Fray Ángel Martín Fernández

 

 

¡Dale calor al Niño.
Dale calor.

Bendita tú, María,
entre todas. Bendita,
porque nadie ha tenido, mi Señora,
tan adentro de sí
a Dios. Nadie ha latido
tan cerca como tú
del corazón de Cristo.
Dale calor al Niño.
Dale calor.

Qué paz la tuya, llena
de Dios, qué innumerable gozo
al saber que Dios mismo
se envolvía en los lienzos de tu carne.
Dale calor al Niño.
Dale calor.

Haz de nosotros,
haz lo que yo querría
hacer en tu lugar.
Que no le falte nunca nuestro arrimo,
que no le falte nuestro amor, Señora.
Tú sabes que él se adelantó a nosotros
para amarnos primero.
Dale calor al Niño.
Dale calor.