Estrella de la mañana

 

Aldo Gastón Alvarez Lizama

 

 

Así se fue la Madre de los hijos fieles
llevando en su silencio la esperanza
de abrazar a Jesús el Hijo Amado
en diáfana visión de eterno gozo.
Sube María hasta tocar el cielo,
los ángeles la llevan entre cantos
y la reciben otros y son tantos...
como a la nueva Eva preferida
en un clima de Fiesta y alborozo
es coronada Reina la Elegida
para guiar al Pueblo cual Estrella.
¡Oh, bendita Virgen, tú la más Bella!
Déjame decir contigo, Madre amada:
"Mi alma canta la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador.
El se ha fijado en su Humilde Esclava,
desde ahora me llamarán feliz
todos los hombres".
¿Podrías no gozarte, Madre tierna
si "el Señor está contigo?"
¿Podrías tu silenciar ese contento?
Llena de gracia y de paz fecunda.
¡Oh, María siempre Virgen, Madre!
Del Amor Hermoso, Madre
y Jesús el Fruto de tu vientre ,Virgen.
Que nunca deje de cantar el alma mía,
María.