A la Virgen de Belén

 

Aldo Gastón Alvarez Lizama

 

 

Mientras tu meces al Niño en humilde cuna
llevándolo, tal vez, en tu regazo,
quiero cantar contigo, Madre amada,
un canto donde el Gracias
exprese mi oración, mi gozo.
Y el anhelo del alma enamorada
me lleve a la esperanza,
queriendo ya salir yo de esta tierra
para estar contigo y mi Jesús cabe el cielo.
¡Oh! ser como un niño entre los niños,
sin esas manchas, manchas de este mundo
corriendo siempre hacia tu Manto
protector de Madre y tu Cariño.
Eres hermosa y Virgen, tu pureza
va tocando el alma de mi vida,
oh, mi Doncella, Estrella que ilumina
llevándome tan suave a mi Destino.
Tu pobreza de cosas en la tierra
en el Belén de pajas esparcidas
hizo que mis ojos se fueran para Arriba
y a contemplar tu gloria entre los santos.
De riquezas de amores coronada
Tú me quieres mostrar, mostrar la Vida.
Los días pasarán mientras el alma
seguirá por siempre en sus suspiros
hasta llegar a Patria con Jardines
y ese aroma tan puro de la Tierra nueva.
¡Oh, Belén y Belén, pueblo pequeño
recibiste con gozo a la Grandeza
el Enmanuel y Niño de María.
Gracias!