«Mujer cata ahí a tu hijo»

 

Diego Ramirez Pagán

 

¡Dijo, como vio el Señor,
a Madre y Juan en [elijo,
callando el nombre de amor,
"Mujer, cata ahi a tu Hijo»
por no darle más dolor.

Y con amoroso aliento,
-Juan, tu madre vesla ahí-,
dice y desde aquel momento
la recibió para sí
con muy grande miramiento.

Hoy en una misma hora
le nace un hijo a Israel,
y a su amada Raquel llora,
¡oh Virgen!, que otra Raquel
sois en este paso agora.

Regocijada quedastes
con el primer nacimiento
del Hijo que tanto amastes,
mas el segundo en tormento
con setenas lo pagastes.

Parístes al Redemtor
sin que pena en vos se halle,
mas a este hijo menor
bien podéis, Virgen, llamalle
hijo de vuestro dolor.

Y el Pelícano sagrado
con estas serias extrañas,
por caber al regalado
rompe sus propias entrañas
antes que abran su costado.

Pues las vuestras lastimadas
por suyas las estimó
con él en su cruz clavadas
y en una cruz hallo yo
dos almas crucificadas.

Y en vos, Juan, de Dios redunda
la mayor merced del mundo,
con esta Virgen fecunda
pues sois el hijo segundo
de la Madre sin segunda.