La Transfiguración del Señor

 

Pedro Díaz-Landa

 

Cuarto Misterio Luminoso

Con Pedro, Jaime y Juan Cristo ascendía
-¿al Tabor? ¿Al Hermón? Cada uno ignora
que arde en la cima la radiante aurora
de Dios que al Cristo transfiguraría.

Moisés y Elías le hacen compañía.
Jesús con ambos en silencio ora…
Su rostro se hace transluciente ahora
mientras su ropa en blanca luz ardía…

La Cruz se vio pasar entre reflejos…
Jerusalén se vislumbró a lo lejos…
Una nube la escena ha ensombrecido.

Y una potente voz ha proclamado
desde los cielos: “¡Este es mi Hijo amado!
“ ¡Escúchenlo, porque éste es mi Elegido!”