Y ahora ¿Qué?

 

Rafael Ángel Marañón

 

 

El dulce sueño, que me endulza el pecho
Eres tú, María, la gentil paloma,
Que me perfuma y llena de su aroma
Cuando inundo de lágrimas mi lecho. 

Tú eres para mí abrigo y techo 
Del embate del mundo, y la carcoma 
Del pecado y la muerte; la tizona
Que ampara valedora mi derecho. 

¿Y ahora qué? me pregunto cauteloso
¿Que he de hacer para ser su compañero, 
Y que he de meritar, si soy leproso? 

Y me dice, María, sin alarde: 
Nada has de hacer, sino dejar somero, 
Que el Cristo eterno te recoja y guarde. 

No temblaré cobarde, 
Pues en Cristo y andando con María, 
La vida eterna logro en este día.