Soñé que soñaba

 

Rafael Ángel Marañón

 

 

Soñé que yo soñaba un orbe de bonanza, 
Un aire puro y pleno de aroma de mil flores, 
Una aurora esplendente de infinitos colores 
Y un sol reverberando al mar en lontananza 
 
Era un jardín risueño henchido de poesía, 
De parterres perfectos y frutales hermosos, 
De fuentes cristalinas y templetes grandiosos 
En un reino radiante de paz y de armonía. 
 
Era el celeste sueño de un anhelo profundo, 
Una bella quimera, un delirio encantado, 
Una Arcadia feliz, pináculo dorado , 
Que ya en tiempos remotos aguardaba este mundo. 
 
Mas no era yo feliz en aquel paraíso 
Pues vi que me faltaba mi dulce madre y guía, 
E invocando vehemente el nombre de María 
Fue mi dicha completa cuando real se hizo. 
 
Y mi sueño dorado cobró una nueva forma, 
Pues ya no estaba solo, que ya me acompañaba 
Mi luciente lucero que toda paz me daba 
Y en realidad gozosa mi fantasía transforma. 
 
En el Cielo esplendente a que aspira mi alma 
La madre protectora con su gracia excelente 
A su lado me llama cariñosa y clemente 
A convivir con Cristo en la divina calma.