Merecimientos y dudas

 

Rafael Ángel Marañón

 

 

No tienen cuenta tus merecimientos 
Y en mis versos no quiero ser tacaño,
Pues nunca he sufrido un desengaño
Cuando te he confiado mis lamentos. 

No admito ni protesta o desalientos 
Que puedan rebajar, forjando engaño,
Con sentir rencoroso, hostil y huraño,
Al amor de María y a sus portentos. 

¿Por qué esa oposición? ¿Por qué esa duda
Siendo María bendita la que ampara
Con tanta santidad dulce y preclara? 

¿No fuiste portadora sana y pura 
Del ser divino, la nobleza clara, 
Y el lucero que brilla en su tiara?