Viaje de María

 

Rafael Ángel Marañón

 

 

María viaja sin grima 
A lomos de borriquita,
A la aldea de su prima
Para rendirle visita. 

Anochece, y las estrellas 
En el cielo ya aparecen;
Las más fúlgidas y bellas 
Ante María se oscurecen. 

Un lucero que ilumina 
El sendero sinuoso,
Pregunta con cierta inquina
De su belleza celoso. 

¿Donde vas joven María
Tan segura y diligente?
A visitar a mi prima 
Elizabeth docilmente. 

Por que se me ha revelado 
En palabra del Señor 
Que a su esposo ha visitado
El ángel consolador. 

Como he creído su anuncio,
A la palabra obediente, 
Viajo hacia su morada,
Confiando en Dios clemente. 

Antes que esté parturienta, 
Sobre mi maternidad
Comprobaré en mi parienta 
Que el ángel habló verdad. 

Pues anda con Dios, María, 
Primorosa flor de olor,
Y tráenos con alegría 
Al eterno redentor