No quieras consolarme

 

Rafael Ángel Marañón

 

 

No quieras consolarme con razones,
Que lloro y me consuelan mis dolores,
Pues loco desprecié grandes amores 
Que María brindó sin condiciones. 

No quiero vivir siempre con sanciones, 
Ni quiero ser sujeto de rigores
Vivir quiero sin lloros ni clamores
Con María, sin dudas ni tensiones. 

Es grato reposar junto a María
De afanes despojado y de inclemencia
Pues ella da descanso al alma mía. 

María es primorosa sinfonía,
Susurro de una insólita cadencia,
Seráfica y gloriosa melodía.