Cautivo de María

 

Rafael Ángel Marañón

 

 

Me tiene por obseso un cruel amigo
Por que canto las gracias de María 
Y se llena de gozo el alma mía 
Envuelto con su luz, gayo y cautivo. 

Su risa y menosprecio lo recibo 
Como copa repleta de ambrosía,
Que me satura el alma de armonía
El amor que me ofrece y que percibo. 

No me acoses amigo que no cedo; 
Vive tú en los hechos más perversos,
Que yo, con María, ya me quedo 

Y pleno de contento y ufanía, 
Mientras viva rendiré mis pobres versos, 
A quien llenó mi alma de alegría.