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María,
mi alborada
Rafael Ángel Marañón
María es mi alborada y es hermosa,
Es aurora luminosa, y es un astro
Que rebosa piedad; yo soy balastro
De una vida manchada y afrentosa.
Venero su pujanza venturosa,
Dibujada en estuco y alabastro,
De la nieve en que nadie deja rastro;
Es su rostro la albura luminosa
Princesa celestial que vive y lleva
A la dulce morada del divino
Jesús, resplandeciente y anchurosa.
Propicia, y eternalmente abundosa,
María está a los pies del baldaquino,
En que espera al mortal en vida nueva
Rafael Marañón
16 de noviembre de 2010
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