María, espera  
Soneto con estrambote

Rafael Ángel Marañón 

 


María blanco copo, y esculpida
En la mente de Dios, cual cenicienta
Que aguarda del Señor su orden, contenta,
En su alma de núbil, aun dormida.

A Dios, sin comprender, ofrece vida,
Como dócil cordera, siempre atenta
Al llamado del Padre, ya sedienta
Del misterio divino y prevenida.

No vislumbra María sus condenas,
Pues siendo damisela, aun inocente,
No sabe del destino las cadenas.

Elegida de Dios, su tersa frente
Imagina jardines de azucenas,
En audaz entereza adolescente.

En su bendita mente,
Deseado, ya mora el ser divino,
Cuyo cuerpo ella espera tiernamente.

Rafael Marañón 24 de diciembre de 2010