María Prado Ameno

Rafael Ángel Marañón 

 


Cual prado de amapolas encendido,
donde brinca el cervato, y sopla un viento
de amor; María para todos es aliento,
Y esperanza para el mísero perdido.

María es limpio espejo, tan bruñido,
que puedo en ella contemplarme atento,
pues la imagen que irradia, es un momento
de gozo inefable, ya cumplido.

Amor que nuestro Padre participa
a través de su santa diligencia,
que doblega el orgullo, y pacifica.

Santa madre del Cristo, coronado
Rey del Cielo en su sólida obediencia,
y el pecado del mundo ha perdonado.

Rafael Ángel Marañón 5 de Febrero de 2011