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María flor
Rafael Ángel Marañón
Flor natural, perfume de narciso, Núbil doncella, alma inmaculada,
Rostro infantil, y entraña enamorada De Dios, mente y aliento
circuncisos.
Le ama con espíritu sumiso, Sencilla y ante su
misión, callada, Estrella de su brillo cercenada Pacífica en su
duro compromiso.
De lúcido y sincero regocijo A pesar de la
espada que la aguarda Su espíritu en Yahvé queda sumido.
Santa
pureza que hasta Dios bendijo, María inmaculada, tan gallarda Por
el amor, que acoge al elegido.
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