|
Vivo por ti
Rafael Ángel Marañón
Vivo por ti y de esta fiebre muero ¡Oh María! amor de un nuevo
aliento, Que libraste de aquel fatal tormento Que roía como un
arpón de acero.
Comprendí el misterio del madero, En que
Cristo logró en aquel evento, Mover en cruz al arrepentimiento,
Librando a multitud del hades fiero.
Y así murió por mí, por ti,
por todos Los que en esta barquita sacudida, Zozobrando esperamos
nueva vida.
Y tú, virgen madre, que a beodos De orgullo y de
importancia desmedida Nos diste aliento, dulce y comedida.
|
|