Lágrimas de María

 

Rafael Ángel Marañón

 

 

El llanto que devasta sus mejillas 
Es río que la lleva al vasto Cielo
Siendo para nosotros el consuelo 
De Cristo y de primicias las gavillas. 

Su tierno corazón hieren cuchillas.
Perdida la esperanza, interno el duelo,
Que austera hipocresía de alma de hielo
Le impone del dolor las pesadillas. 

La oscura niebla que al esbirro espanta
Cubre la cruz y el rostro con su nube 
Del santo ser que sufre y se quebranta. 

Honremos a la dulce, tierna y santa 
María, humilde madre y fiel querube 
De Dios, y hermana nuestra sacrosanta.