Hermosa visión

 

Rafael Ángel Marañón

 

 

En mi ansiosa visión te vi, flor luminosa,
De serena mirada sin temor y sin dudas,
Y anhelé los manjares de tu vida gloriosa
Para tener ahíta mi alma de ternuras 

Si pensaba en mi angustia que tú me despreciaste, 
Mi dolor recrecía por mi ruda ignorancia,
Pues siendo como eres amor de fiel contraste
Mi temor es pecado y mi miedo arrogancia. 

Soy grande si me miras, y exiguo en mi desvelo; 
Envuelto en las angustias y el mudo sobresalto
De una vida alejada de tu dulce consuelo,
Que me eleve en volandas al pináculo alto. 

Y siento la tristeza de sentirme pequeño, 
De no ser digno hijo de tan gran madrecita,
De que todo es tan solo un fabuloso sueño
Que un vendaval violento y angustioso me quita. 

Dame fuerza y aliento, santa madre bendita,
Pues soy débil y torpe y así te lo confieso,
Pero lanzo hacia ti un lamento que grita
¡Acude en mi socorro y se tú mi embeleso!