María bálsamo

 

Rafael Ángel Marañón

 

 

Cual bálsamo aromático de menta, 
De salvia, de tomillo y mejorana, 
Conforta derribando su desgana, 
Al alma que dormita somnolienta. 
 
Un anima cautiva y polvorienta, 
Que es de las penas término y diana; 
La cándida esperanza del mañana 
La Virgen con su amor mueve y alienta. 
 
María es la buena madre que al perdido 
Renueva la esperanza, y al cuitado 
Presta, sin vacilar, cálido nido. 
 
Su bálsamo apacigua su quejido; 
Lo llena de quietud, y al desgraciado 
Sosiega con dulzor el pecho herido.