María luz de plata

 

Rafael Ángel Marañón

 

 

En tu rostro de blanca luz de plata; 
La luz del sol se nos antoja oscura, 
Ya que es tan esplendente tu hermosura, 
Que nadie con justicia te retrata. 
 
A cada consagrado eres sonata; 
Celeste es tu belleza, limpia y pura, 
Que plena de esperanza y de ventura 
Espléndida y radiante se delata, 
 
No existe ni se hará de ti figura 
Que al ánima anhelosa satisfaga, 
Como su noble corazón procura. 
 
María es nuestro dechado de finura, 
La luz que en sus leales no se apaga, 
Librándoles de aciaga noche oscura.