Madre Inmaculada de la Fuencisla

 

Rafael Matesanz Martín

 

 

La luz de Dios se vierte en tu mirada 
y es tu figura vuelo de la brisa.
Los Ángeles custodian tu sonrisa 
para tu verso limpio, Inmaculada.
La pluma del Amor se hace llamada 
en tu carne de Virgen poetisa.
Y respondes tan leve y tan precisa,
Que tu Palabra es su Palabra amada.
Sencillamente entre tus manos crece,
Inmaculadamente se estremece
El poema de Dios que se hace niño.
En el mar de tus ojos de alba pura
Se baña y se alimenta de ternura,
Inmaculada Madre de cariño.