La resurrección de la carne

 

Rafael Sanchez Maza

 

¿Quién pasó murmurando: caduca y pobre arcilla? 
Dime ¿quién te decía: carne perecedera? 
Un día ha de tornarse, Señora, tal cual era 
Como han de hacerse flores los granos de la trilla. 


Este es nuestro ascetismo: danos como semilla 
Aventada, las carnes a las hoyas postreras 
Y aunque la edad retorne sin una primavera 
Tras el Juicio tendremos primavera en Castilla. 


Tú eres para los ojos míos -perdón, Señora- 
Tan da un tornasol vago que huye, tan de ahora 
Tan de elegida rara dulce fragilidad. 


Que sueño es la terrible -angelical y sonora 
Hora en que las trompetas de Dios den a la aurora 
El grito: Hágase todo carne y eternidad.