De prisa va María a la montaña 

 

Rufino María Grández

 

De prisa va María a la montaña, 
la Virgen fecundada, 
de prisa va el amor, el Arca Santa, 
de prisa el Emmanuel en sus entrañas. 


¿De dónde a mí la gracia, a mí esta suerte 
que venga la que viene, 
la Madre del Señor, que quiere verme 
y en esta mi alegría estar presente? 

¡Dichosa tú, Señora, que has creído, 
esclava del Altísimo!, 
la Nube del Espíritu divino 
al Santo del Señor por ti ha traído. 


Dichosa tú, fecunda de esperanza 
y virgen en tu nada!, 
tu vientre se ha hecho cielo y es la casa 
del Hijo Dios, promesa pronunciada. 


María entonces, cítara que vibra, 
cantando profetiza: 
Mi corazón de pobre es melodía, 
los pobres cantarán esta mi dicha. 


¡ Oh Santa Trinidad que te despliegas 
llegando a nuestra tierra, 
retorne al manantial la gloria plena 
por Cristo, por María, por la Iglesia!