María-Mar

 

 

Astor Brime  (Generoso García Castrillo)

 

 

El mar, que por tu nombre se derrama,
espeja en sus cristales el navío
de mi recia hombredad, con el que ansío
el puerto que tus brazos oriflama.

Yo no sé si tu fuego está en la llama
que en las olas enciende el fuego mío.
¿Se hizo el mar de repente braserío
o es mi quilla el cuchillo de este drama?

Naveguemos los dos en sangre y fuego
remando el corazón en par porfía,
que el amor se recrea en este fuego

del vals de tu mirada con la mía
con el brillo interior de éxtasis ciego:
Amor y mar y mar y amor, María.