Virgen de los desamparados

 

Claudio Serra Brun

 

 

Son todo rosas, a Tí.  
Son todo flores 
amarillas, rojas y blancas.
Eres la Virgen verde de la Tierra verde,
Eres las flores mismas, el río de las almas,
el fervor de los que vienen
con un ramo,
un dolor
a la Luz buscada.
 
Estás en todos los ojos que te miran
en cada corazón prieto
del río humano.
 
Estás en el ansia de los pobres,
en la intuición de un mundo mejor,
en la espera decidida de los hombres
porque con tu ayuda
se venza una y otra vez
el mal de este mundo.
 
Y estás en el asombro
del niño que te ve gigante
inmensa
inmanente:
Que te pensará siempre
después del día de hoy
en que las lágrimas de su madre
acompañan a tus flores,
a los trajes en tu gloria,
a la Divina Alegría
de tu Causa.