Blanco y azul

 

Federico Acosta

 

Luz y cielo, fue el átomo de atmósfera 
que a la tierra envolvió en celeste capa, 
y de azul sublime y transparente, 
para adorno creó las nubes blancas. 

El mar se hizo Océano por lo inmenso; 
de transparente azul tiñó sus aguas
que con ondas de encaje trenzó espuma 
rayando en blanco la infinita sábana. 

El picacho con vértigo de altura 
con nieve suave se vistió de alba
mientras los lagos reflejando el cielo de azul 
pintaron a las sierras blancas. 

Tres carabelas de blanco velamen 
con blanca espuma a sus popas rizada
van pintando de azul el Mar Tenebroso 
con la gloria azul de la vieja España;

en una empresa azul y marinera 
que al planeta arrancó de sus entrañas
un continente más para sembrarlo 
con la blancura de la fe cristiana. 

Y blanco fue el color de la pureza
y blanco el lirio y la azucena blanca
y fue el honor azul, que lises de oro
fue derramando en nuestra vieja heráldica.
OOO
Por que era cielo, luz, nieve, 
lago, azul de gloria con honor forjada 
junto a los puros y blancos ideales
que al mundo le donó la raza hispana;

por que fue Sol azul y transparente 
y Luna azul que se vistió de plata 
y luz plata y azul de doce estrellas 
como San Juan de Patmos la soñara; 

el mágico pincel del gran Murillo 
a lo blanco y azul dio forma humana 
así surgió lo inmenso, lo sublime, 
hecha cuadro y amor, la fe de España; 

nacida del Pilar de Zaragoza 
al ímpetu arrogante de la raza; 
surgió en medio de amor, blanca y azul, 
hispana y virginal, La Inmaculada. 

 

 

Con esta poesía conquistó Federico Acosta el 

galardón de "Poeta de la Virgen". 

 

Zamora Noviembre 1954