Asunción de María

Antonio Rodríguez  Mateo

 

 

Cuando María llegó al cielo,
cuál sería su reacción,
aunque primero es lo primero:
el momento de su Asunción.
Al elevarse su cuerpo,
¿entre nubes y sol?,
se alejó de lo terreno
volando hacia Dios.

Si para llegar hasta él,
tuvo que surcar los aires,
ese momento cómo fue,
hasta verse ante el Padre.
¿El viento rozaría su piel,
cómo sería ese instante
y el cielo cómo es,
cómo será de grande?.

Porque Ella era mujer,
mujer de hueso y carne,
y por sus venas también,
corría cálida la sangre.
Luego después,
cuando al cielo llegase,
y cruzara su dintel:
¿cómo sería ese instante?.

Cómo recibiría la corona
y cómo su investidura,
de Reina de la Gloria
y también de la ternura.
Mi mente no razona
y torpe es mi escritura,
pero a la tierra abandona,
sin conocer la sepultura.

Cuál sería su mirada,
al contemplar todo aquello;
qué sentiría su alma,
ante espectáculo tan bello;
El Padre la esperaba,
también su Hijo el Maestro,
que en sus sienes colocaban,
la corona del Universo.