A la Reina del Universo

Antonio Rodríguez  Mateo

 

 

A mi Virgen de la Cinta,
dedico esta poesía,
esperando me perdone
por tamaña osadía.

Son recuerdos y emociones
a tu lado caminando.
¡Ay Madre mía!,
cuántas veces implorando,
merecer tu consuelo,
y el del que llevas en el brazo,
con mi corazón en los costeros
y el alma junto a tu paso.
¡Ay!, Soberana en el Conquero,
Norte y guía,
hoy renuevo la promesa
que te hice aquél día,
de estar contigo siempre,
al ir a la Catedral
y también al regreso,
junto a tu imagen celestial.
Y así, hasta que Dios quiera,
deseando no flaquear
y cumplir lo prometido
otro y otro año más.
Aquella vez que no fue así,
los motivos ya lo sabes
y el dolor que sentí,
al no estar contigo, ¡Madre!.
Virgen Chiquita,
Patrona de Huelva,
Virgen de la Cinta,
fúlgida Estrella.
Reina del Cielo,
el que rendido a tus plantas
te rece con fervor,
cuando de la Ermita salga,
te llevará en el corazón.
Consuelo del afligido,
bienhechora del sufridor,
remanso del dolorido
esperanza del pecador.
Estando fuera de Huelva,
esta tierra tan amada,
en mi pecho siempre llevo,
a tu imagen coronada.
Por eso cuando vuelvo
y ante Ti me arrodillo,
cuando digo: te quiero,
lloro como un chiquillo.
Por gritar mi corazón:
¡Viva mi Virgen Chiquita!,
¡Viva la Madre de Dios!,
la Patrona de mi tierra,
la que a Jesucristo parió.