Esperando tu cielo

 

Eleuterio Fernández Guzmán 

 

 

Caminamos por tu valle, lugar donde reposar
y dejar tranquilo el espíritu,
renaciendo, a cada instante, de las cenizas
de nuestra mundanidad.

Cuando, al llevar nuestro cuerpo por el mundo
y ver rugir al hermano, ambiente crispado,
y sabemos que nuestro mańana es estar a tu lado,
junto a tu Hijo
…eso nos limita la desdicha.

Caminamos por este espacio triste por la tibieza
y, con desazón, vertimos en blancuras vírgenes
nuestras penas y, con sílabas de lágrima,
auguramos un mejor porvenir contigo,
porque conocemos la bondad de Dios
y sabemos, seguros de su amor,
que nos reserva tu rostro, espejo de su gracia,
para resarcirnos del llanto ante tu olvido,
para besar, ósculo esperado y divino,
las manos que contuvieron, amorosas,
el cuerpo diminuto de su Hijo tras el parto,
para encender, con su fuego de fe,
el corazón nuestro ya en su Reino,
en ese tan esperado cielo,
donde la tristeza del corazón es sólo pasado,
donde dejar de lado al Padre y olvidar su gracia
es menester de la muerte del alma,
en otro pasado valle.