En espera

 

Eleuterio Fernández Guzmán 

 

 

Permanecemos, en este valle nuestro, particular cruz nuestra,
en espera de encontrar tu risa en cada gesto que demos
para encontrarte,
en cada sueño que tengamos para alcanzar tu luz.

Estamos, en nuestro caminar primero o en el más profundo pensamiento,
a la espera de conocer, de tu boca, lo que dijiste a Gabriel,
vivos por el optimismo que nos da tu comportamiento
y tus obras de magnífico comporta.

Permanecemos, a pesar de las caídas y el pecado en que caemos,
en espera de que tu, María Madre, invoques el   nombre de tu Hijo
para que perdone nuestros abismos,
para que el tiempo se pare para admirar tu rostro cálido
y para que tus manos, de limpieza virginal, acaricien nuestro paso.

Estamos, aquí, en el devenir que nos entre el Padre,
mirando hacia ti como quien necesita un faro para impulsar su vida
por la senda recta de la fe y el entendimiento de Dios,
revocando de nuestro corazón las malas artes y los pensamientos
impuros.

Permanecemos, Puro resorte de Dios, en espera de tu dicha,
de que tu gracia inunde nuestra raíz, ya anidada en    ti,
ya pasajera de tu ir.