Con el Corazón alerta

 

Francisco Javier Cruz R. 

 

 

Niño, Palabra del Padre,
esperanza eterna de los hombres:
ven, Señor, porque ya se hace tarde,
ven y entra en nuestra casa.

Cuando el mundo dormía en tinieblas,
en tu amor, tú quisiste ayudarlo
y trajiste , viniendo a la tierra,
esa vida que puede salvarlo.

Ya madura el tiempo en promesas,
sólo anhela tu gran nacimiento;
si el silencio madura la espera,
el amor no soporta el silencio.

Con María, la Iglesia te aguarda
con anhelos de esposa y de madre
y reúne a sus hijos, los fieles,
para juntos poder abrazarte.

Nuestro corazón por ti late,
está ansioso por mirarte;
Niño, Amor eterno del Padre;
ven a mi casa a quedarte.