Tríptico a la Virgen de la Fuencisla

 

Francisco Puch Juárez

 

 

EL SANTUARIO

Frondoso la alameda le rodea;
le ciñen, con sus brazos cimbreantes,
mil árboles, tentáculos gigantes,
guardianes de la joya de la aldea.
El rio Eresma, ingente, rumorea;
sus aguas, al bajar zigzagueantes,
se encrespan a ofrecerle, unos instantes,
de sus crestas la espuma, la marea.
Su espalda guardan las grajeras rocas
con mil ojos de aspecto temerario,
con mil grietas abiertas, negras bocas.
Y en la paz del paraje solitario,
entre el rio, los árboles, las rocas,
se yergue, de la Virgen, el Santuario.

ORACIÓN

¡ Virgen de La Fuencisla!, yo te imploro
y te ruego que Tú enjugues mi llanto
y que extiendas la sombra de tu manto
sobre el ser tan querido, por quien lloro.
Que le ayudes, te pido sin decoro;
que le irradies el halo de tu encanto,
pues tu ayuda y tu amor precisa tanto
como el trigo, del Sol, el beso de oro.
Que ilumines su mente extraviada,
que le guíes por un recto camino
bajo el tibio fulgor de tu mirada.
Que escuches la oración que te dedico, 
que protejas su vida y su destino,
a tus plantas postrado, te suplico.

OFRENDA

A Tí, Virgen y Madre de dulzura,
el verso de una pluma que, temprana,
cantar quiere a su Virgen segoviana,
loando su candor y su ternura.
A tí, de mi vergel la rosa pura,
de mi lira la glosa en la mañana,
de mi antorcha la luz, ofrenda vana
que, antorcha esplendorosa es tu blancura.
A Tí, de mis congojas el tormento,
a Tí, mis ilusiones y quimeras,
la nata del más puro pensamiento.
Y si algo he de pedir, feliz momento,
Reina de mil floridas primaveras,
que acojas con amor mi ofrecimiento.

 

Fuente: cuidadredonda.org