Desde
María se comunica Dios
Padre Tomás Rodríguez Carbajo
“En
múltiples ocasiones y de muchas maneras habló Dios antiguamente a nuestros
padres por los Profetas. Ahora, en esta etapa final, nos ha hablado por su
Hijo” (Heb. 1,1-2). No de manera exclusiva, porque desde maría nos ha
comunicado Dios el mensaje de salvación.
Pocas
intervenciones encontramos de María en el Evangelio, pero la calidad de las
mismas son suficientes como para que María cumpla su misión profética. En
el Magnificat proclamará lo que después Jesús va a predicar como específico
del Reino de Dios:
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Con Ella aprendemos a
reconocer los dones de Dios.
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Es consciente de su
pequeñez avalada por la acción misteriosa de Dios.
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Reconocemos el actuar
de Dios como desconcertante: Derriba a los poderosos, enaltece a los
humildes, colma de bienes a los hambrientos.
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Exalta la fidelidad
de Dios como algo digno de tener en cuenta.
Estas
lecciones las aprendemos de labios de María, más tarde las expondrá Jesús
en su predicación, cuando hable de los talentos, de la grandeza, de la
humildad, de los pobres de espíritu, etc...
Una
ocasión resumen del protagonismo de Jesús de Nazaret en nuestras vidas nos
lo indicó María, cuando dijo. “Haced lo que El os diga” (Jn.2,5).
María
nunca se consideró pieza final de nuestra vida, sino engarce entre nuestra
vida y la de Cristo. La teología llamará a este oficio de María el de
“Medianera”.
El
espíritu de las enseñanzas de Cristo lo tenemos en las pocas
intervenciones, que de María nos presenta el Evangelio. Este es el puesto
profético de María desde el que Dios se sirvió para comunicarse con
nosotros.
Jesús
de Nazaret vio vivir en María el espíritu que impactó a tantos creyentes.
La piedad cristiana ha expresado en distintas imágenes diversas lecciones
que nos ha dado María y son una repetición de lo que Jesús nos ha enseñado
acerca de la humildad, agradecimiento, aceptación de dones, etc...
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