Karl
Barth, un famoso teólogo protestante, dijo y repitió muchas veces
que la Mariología (tratado de María) era un tumor que había que
extirpar del catolicismo, como si el amor a María fuera antibíblico
y, por tanto, supersticioso y malo. Pero todo el amor de todos los
hombres que han existido, existen y existirán, no se acercará ni
un poquito al amor de Dios por María, que la escogió desde toda la
eternidad para ser la madre de Jesús. ¿Y cuánto la amaba Jesús?
¿Acaso no quiere Jesús que amemos a su Madre? ¿No hizo su primer
milagro, porque ella se lo pidió, aunque dijo que no había llegado
su hora?
Los
judíos que, desde el siglo primero rechazaron a Cristo, siguen
rechazando también a María, como si hubiera sido una mujer vulgar
y pecadora. Los hermanos protestantes la respetan, pero no la aman.
Sin embargo, Lutero sí la amaba, aunque no creía en su Inmaculada
Concepción, pero sí creía firmemente en su virginidad perpetua y
la llamaba Madre de Dios.
Los
musulmanes le tienen a María un respeto muy especial. Hay un texto
islámico antiguo que dice: Todo hijo de Adán, al nacer, es
tocado por Satanás, salvo el hijo de María y su madre. Todos
los musulmanes recuerdan un hadith o dicho de Mahoma, considerado
como revelación, que se refiere a su hija Fátima: Tú serás la
patrona de las mujeres en el paraíso, después de María. Fátima
será la segunda, después de María.
El
nombre de María aparece en el Corán, el libro sagrado de los
musulmanes, 34 veces. Y en el Corán, en la sura 19, que lleva como
título Sura de María, se defiende el honor de María, como virgen
y madre, en contra de las difamaciones, de los judíos. Se dice que
María es el único caso en que una virgen engendra a un gran
profeta por obra de Dios. Ni siquiera de la madre de Mahoma se dice
esto.
Según
una creencia musulmana, María acompaña el alma de las mujeres
musulmanas bienaventuradas al paraíso. Y muchos musulmanes la
invocan y asisten a santuarios, especialmente dedicados a ella,
sobre todo en Egipto, Indonesia, Malasia, India y Argelia. Según el
Corán 3, 42: Los ángeles dijeron: María, Dios te ha escogido y
purificado. Te ha escogido antes que a todas las mujeres del
universo.
Si
ellos la aman, ¿no la amaremos nosotros, que creemos que Jesús es
Dios y que Ella es purísima, santísima, inmaculada y madre de
Dios?
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