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Toda la vida
cristiana esta orientada a Jesús, se vale de distintos medios para
cumplir su misión.
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María es la
medianera más eficaz que tenemos los humanos para llegar a Jesús,
ya que es Ella la criatura más cerca que
tiene.
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Entre los distintos
intercesores que tenemos el más eficaz es el que más cerca está
de Jesús, nadie como María. Su proximidad le viene dada por
motivos distintos:
·
Por vínculos
familiares, los más estrechos son los de la madre y el hijo, María
es hija de Dios Padre y Madre de Dios Hijo, y debido a su consagración
de siempre, creciente y total para con el Espíritu Santo.
·
Por su condición de
“llena de gracia” lo que le hace tener una relación de
pertenencia en exclusividad y para siempre respecto con Dios.
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María, como dice S.
Agustín, le concibió antes en su corazón que en su vientre, nunca
tuvo ni la más mínima fisura de separación de Dios.
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La sintonía de María
con Jesús la vemos siempre:
·
El “Hágase de la
Anunciación” era una réplica de lo que dijo Jesús al entrar en
este mundo “Vengo Padre a hacer tu voluntad” (Hch. 10,7)
·
Como Jesús el
hombre nuevo, María, la mujer nueva, tiene como alimento hacer la
voluntad del Padre.
·
Al final de su vida,
Jesús pudo decir “Todo está cumplido” (Jn. 19,30) pudo decirlo
María, pues, no menguó su adhesión a la voluntad de Dios, que
estaba enraizada en una fe profunda y constante.
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Ninguna persona tuvo
una cercanía tan intensa con Jesús como María ya que nadie duda
de las
conversaciones a nivel de madre e hijo en un clima no
meramente humano, de tejas abajo, sino espiritual, ya que eran
conscientes ambos del papel que cada uno desempeñaba en el plan de
nuestra salvación.
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Si el guardar un
secreto entre dos personas las hace vivir en una gran intimidad ¿Cuántos
secretos compartirían los dos? María guardaba todo en su corazón,
todo lo que oía de su Hijo, ¡Cuánto más lo que le decía Él!.
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Cristo una vez que
cumplió su misión en al tierra y regresó al cielo también se
llevó a su madre en cuerpo y alma para que esa cercanía le hiciera
medianera ante el Padre, junto a su Hijo Jesucristo, a impulso del
Espíritu Santo para tender al hombre necesitado un puente de
salvación.
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Para estar muy cerca
de Jesús, hemos de estar muy cerca de María, al estar muy cerca de
María tenemos garantizada la cercanía de Jesús.
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