Puerta abierta

Autor:

 

Siempre el corazón. El corazón pobre de María. El corazón pequeño a los ojos de Dios. Su inocencia abierta a la plenitud del Reino derramado en su corazón.

María ha hecho libertad en su ser con su sencillo sí, sin condiciones. Con el sí dado con un corazón inocente, puro, de niño. Con el sí de un corazón que admira, se alegra, contempla, se abandona. María ha liberado su sí libertando su voluntad en la identificación con la de Dios. Para ella, la humilde, la sierva, el Reino. Para ella, la pura, la verdadera, el Reino. Para ella, la de corazón sencillo y dulce, el Reino. El Reino para ella, que se hizo como un niño.

Fuente:  educadormarista.com