Ella atrae las complacencias de la Santa Trinidad 

Beata Isabel de la Trinidad

Si conocieras el don de Dios! Hubo una criatura que conoció ese don de Dios, que no perdió un ápice, una criatura que se hizo pura, tan luminosa, que ella misma parece ser la luz: “Espejo de justicia”. Una criatura cuya vida fue tan sencilla, perdida en Dios que no se puede casi nada decir: “Virgo fidelis” es la Virgen fiel, ella que “guardaba todas las cosas en su corazón” Ella tan pequeñita, tan recogida ante Dios, en el secreto del templo, que atrae las complacencias de la Santa Trinidad. 

Hermana Isabel de la Trinidad (1880-1906) 
María, modelo de las almas - La Vida espiritual, 1928.

Fuente: 
mariedenazareth.org