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Los oídos de María
Padre Javier Leoz
¿Hoy, existe una gran crisis en nuestro mundo:
se habla mucho y se escucha poco. En el silencio es donde podemos percibir
el sonido de nuestra conciencia y el hablar de nuestras almas.
*María, en el silencio, acogió la visita del Angel.
*En el silencio supo contrastar aquellas exigencias que Dios le tenía
preparadas.
*En el silencio esperó a Jesús en Belén y, en el silencio, le siguió de
cerca y a distancia.
¿Escuchamos con atención la Palabra de Dios?
¿Nos dejamos interpelar por ella?
¿No os parece que, en algunas ocasiones, nos sentamos a la mesa de la
Eucaristía sin prestar excesivo interés a lo que el Padre o el Hijo nos dice
en el Evangelio?
María, entre otras virtudes, cultivó la de "saber escuchar". Por ello mismo
supo distinguir la paja del trigo o el mal del bien.
El tiempo de la Pascua es un momento idóneo para escuchar, desde la alegría
de la fe en Jesús muerto y resucitado, el testimonio de los apóstoles.
Ellos, que supieron estar y vivir cerca de Jesús maestro, en los momentos
cumbres de su pasión, muerte y resurrección, nos ayudan y nos invitan a
estar atentos al mensaje de salvación.
Pidamos, con María, que el Espíritu Santo despierte en nosotros hambre de la
Palabra de Dios. Que acudamos puntualmente a la Eucaristía para escucharla y
que, sobre todo, sepamos contrastar nuestra propia existencia con aquello
que Dios nos propone a través de su Palabra.
Ante María, en este día, dejamos la Biblia. Queremos ser oyentes de la
Palabra.
Fuente:
autorescatolicos.org
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